En la realidad que vivo, en el marco de la esfera social los sentimientos de las mujeres habitan el mundo privado , en donde hay una subordinación de los mismos con respecto al mundo masculino, volcado hacia lo público y la racionalidad, donde la mujer como no hombre es en sí misma i_rracional.
Sin embargo otras marcas restringen aún más la legitimadad de mi emocionalidad enmarcada en el diagnostico bipolar,en donde la anormalidad no sólo está dada por no ser racional, tanto como ser considerada del todo dequiciada.
Tal condición me dispone en el mundo de manera equivocada, en donde adecuarme a sus normas de funcionalidad me lleva a replantear el espectro de racionalidad puesto que para mi cumplirlo es impósible, no porque sea irracional sino porque me enfrento al mundo distinto, por lo tato lo comprendo en otra línea de ideas, en donde las emociones son las que dominan mi vida y querer parecer normal siempre impedirá que yo sea en las condiciones que puedo serlo.
Ésto me lleva a pensar en profundidad cuales son los lugares vacíos de la heterotopía, además del ser mujer, en donde las voces de los psiquiatricos ni siquiera tienen ecos, y sus lagrimas se parecen a las lagrimas debajo de la lluvia del penúltimo cyborg sobre la tierra en la película Blade Runner (www.youtube.com/watch?v=a_saUN4j7Gw), como visionarios de unas realidades no comprendidas en la categoría de lo humano, en donde los hombres no lloran y las mujeres fingen sonreir, pero sobre todo, no hay cabida para que un sentimiento nos acabe la vida(funcionalmente al menos).
Éste trabajo describe tal sentimiento en donde la normalidad no puede ser alcanzada y el acto vuelve sobre si mismo en continúo loop que rechaza el margen de las normas sociales.
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